Petroaudios

En octubre de 2008, el programa dominical Cuarto Poder difundió cuatro grabaciones entregadas al medio por Fernando Rospigliosi. Las grabaciones registran conversaciones de Alberto Quimper, miembro del directorio de Petro Perú y Rómulo León Alegría. En ellas se acuerdan pagos mensuales que incluyen a Quimper en promover una asociación entre Discover Petroleum, compañía noruega dedicada a la explotación de hidrocarburos y Petroperú. La asociación se produjo efectivamente, y a mediados del 2008 las dos empresas asociadas habían obtenido de Perúpetro licencia para realizar trabajos de explotación en tres lotes de petróleo.

El escándalo que provocó este caso produjo la renuncia del gabinete entero y del Presidente de Petro Perú, César Gutierrez. Alberto Quimper fue detenido después de esta publicación. León Alegría se mantuvo en la clandestinidad hasta noviembre, cuando se entregó a la justicia..

El procedimiento judicial comenzó en octubre de 2008. En diciembre el Juez Barreto excluyó las grabaciones del procedimiento por haber sido producidas en medio de un acto de espionaje. En enero de 2010 la SUNAT descubrió que en el ejercicio correspondiente al año 2008 Leon Alegría había recibido en sus cuentas fondos por S/ 870 mil cuando sus ingresos declarados eran de solo S/ 160 mil.

En mayo de 2012 la Fiscalía presentó la primera versión de la acusación por este caso. En julio de 2012 la Corte Suprema dispuso que León Alegría sea puesto en libertad. En octubre Químper fue puesto en libertad por el Tribunal Constitucional. El mismo mes la Sala devolvió la acusación para que sea corregida.

La segunda versión de la acusación fue presentada en abril de 2013. El juicio comenzó en mayo de 2014, pero en diciembre Alberto Químper fue excluido por prescripción. En setiembre de 2015 la Sala excluyó del proceso las grabaciones originales que habían dado origen al caso y extendió la exclusión a todas las evidencias derivadas de su recepción.

En febrero de 2016 la Sala absolvió a los acusados. Un año después la Fiscalía Suprema opinó que la absolución debía ratificarse.